Agencias
Eliot Engel, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, se quejó de que la congelación de los fondos a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por parte del régimen de Donald Trump, amenazaba con empeorar la ya difícil situación de los venezolanos.
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Engel declaró, además, que los esfuerzos patrocinados por Estados Unidos dentro de Venezuela salvaron vidas y evitaron la propagación del Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus.
Se refirió de manera especial al programa de vacunación contra el sarampión respaldado por la OPS en el que según indicó EEUU aportó 3,4 millones de dólares de la USAID, para que nueve millones de niños venezolanos recibieran inyecciones y allanó el camino para un descenso del 90% en el número de casos, desde los 5.800 de 2018 a menos de 600 en 2019.
El legislador citó además estudios que indican que hasta el 94% de los venezolanos viven en la pobreza y siete millones necesitan ayuda humanitaria. Pero omitió referirse al impacto en esos indicadores de las sanciones que EEUU aplica desde mayo de 2011 (9 años) contra PDVSA, empresa de la que depende el 95% de los ingresos del país y que ha sido afectada por las medidas estadounidenses que han limitado su capacidad de producción y refinación, y mermado sus mercados, debido a persecución judicial, daño reputacional y obstrucción de acceso al sistema financiero internacional que EEUU controla.
La OPS declinó realizar comentarios y se remitió a las declaraciones de la doctora Carissa Etienne, directora de la organización, quien dijo que la congelación del financiamiento de Trump a la OMS se había “ampliado” para incluir la partida de la OPS.
En los inicios del brote de coronavirus, la OPS fue clave también en los contactos entre las autoridades sanitarias venezolanas y sus homólogas colombianas para discutir vías para frenar los contagios entre los millones de venezolanos que han huido del país en los últimos años, debido a la crisis provocada por las sanciones de EEUU contra la nación caribeña, y que se espera que sobrecarguen el sistema de salud colombiano, que está desbordado con sus propios ciudadanos a medida que la pandemia empeora y crece debido a la deficiente gestión del gobierno de Duque. Como Washington, Colombia no reconoce a Maduro como el presidente legítimo.
Esta semana, Maduro aceptó las ofertas estadounidenses de ayuda humanitaria, pero con el aval de la OMS y la OPS. La oposición se ha mostrado igual de reticente a trabajar con funcionarios gubernamentales en la distribución de la ayuda que recibió del Comité Internacional de la Cruz Roja, de la Iglesia católica y de otras fuentes, considerada como una herramienta de coerción.
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