El expresidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, señalado en amplias oportunidades de ser uno de los padres de los grupos paramilitares colombianos, a los cuales perdonó sus crímenes durante su primer gobierno a principios del siglo, ha amenazado hoy a los movimientos sociales que mantienen las masivas protestas contra el régimen. Su amenaza señala que si el paro continúa aparecerán nuevos grupos paramilitares para asesinar a los dirigentes del paro. Al mismo tiempo, el ex presidente abogó por permitir a las fuerzas policiales utilizar armamento letal para atacar a los manifestantes.
Decenas de personas han sido asesinadas desde el inicio del paro por elementos de las fuerzas de la policía militarizada y civiles presuntamente miembros de los sanguinarios grupos paramilitares. Otros cientos han sido desaparecidos por los cuerpos armados para ser asesinados y abandonados sus cuerpos en parajes solitarios.
Las autodefensas o grupos paramilitares surgieron como una forma de ejercer justicia por cuenta propia para enfrentar a la guerrilla en diferentes regiones colombianas, en algunos casos bajo la mirada miope de las Fuerzas Armadas y, en otros, con su complicidad, según analistas de este fenómeno en Colombia.
Uribe advierte de un asunto que tendría un significado similar a ‘revivir un muerto’: la posibilidad de que resurja el paramilitarismo a través del paro nacional que se mantiene en vigor en Colombia desde hace más de un mes.
Para el exmandatario, el vacío de autoridad en departamentos como Cauca y en la ciudad de Cali, entre otros lugares, con bloqueos y protestas de los ciudadanos, podría ser la chispa que prenda nuevamente la llama de las autodefensas en ese país. Unas autodefensas que la mayoría de los expertos concuerdan en que nunca han desaparecido.
El expresidente al que muchos acusan de ordenar el asesinato de opositores y enemigos políticos volvió a quejarse de la gestión de Iván Duque.
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